
Adios a la infancia, ¿Y ahora qué sigue?
La adolescencia sobreviene despues de la niñez y consiste en una especie de trance vital, en el cual el ser humano necesita viajar hacia adentro para definir y consolidar su yo y, al mismo tiempo, en forma simultanea, empieza su viaje exterior: es la oportunidad para lograr una expansión social rica y abrirse al mundo.
Una adolescencia bien vivida, con sus inevitables crisis, choques y alejamientos, posibilita: estabilidad afectiva, decision vocacional, ejercicio de la identidad, un proyecto de vida, albedrio de la libertad, tolerancia hacia si y los demas.
En esta etapa, nosotros adolescentes, asomaremos al mundo para investigarlo, probarlo, ensayarlo y descubrirlo, copiaremos valores, modelos y conductas en el enórme catálogo que es la vida fuera de casa para construir nuestra identidad joven.
Este viaje que ya empezamos a transitar, esta ligado a lo complejo, a las contradicciones, al cambio casi permanente, es como una etapa bisagra en nuestro desarrollo fisico, emocional y social, deberas aprender a afrontar los misterios y a resolver conflictos.
En primer lugar, la adolescencia es un transito dificil de comprender no solo para la familia sino tambien para nosotros, adolescentes, debido a lo múltiple, lo variado y vertiginoso de las experiencias que se vivencian.
A pesar de lo anterior, esta etapa es tan rica es la mayor oportunidad del ser jumano para ensayar e incorporar: la relacion consigo mismo, la autonomia personal y la relacion con el mundo exterior.
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